La música que escucha el pingüino rojo y sus cuates

LA MÚSICA QUE ESCUCHA EL PINGÜINO ROJO

Dedicatoria





Un pingüino rojo está dedicado a mi hermano Javier, porque me regaló mi primer libro y eso no se olvida; para mi mamá Alejandra, que supo desde el principio que tendría que batallar con mi carácter; para mi papá Fabián, al que apenas conocí pero todavía disfruto y quiero; para mamá Kika, que me malcrió (¡y me gustó!); para mi hermano Fabián y mis primos Alejandro, Gabriel y Willy, que nunca me dejaron solo en tantas y tantas travesuras; para mis hermanas Isabel, Berenice, María Elena y Cecy, que me conocen poco pero nos queremos mucho; para Patricia, Aida, Citlali, Alejandra y Gabriel flaco, primos que aceptaron tener un hermano mayor; para mis niñas Olivia, Ireri y Aranza, que aunque no me leen, están orgullosas de mí; para mis sobrinos Rodrigo, Fabiola, Andrea, Alexis, Angie, Andrei (con todo y mamá), Eduardo y Fabrizzio, por el miedo que tenían al "tío de lentes que inyecta y opera"; pero muy especialmente lo dedico a mis pacientitos que, en mi consultorio o en el hospital, me piden que les cuente uno de mis cuentos; y va también para todos aquellos que no se leen (porque ya es mucho rollo), pero saben que aquí están... Bienvenidos, pues y ¡comencemos la aventura! Nota: de última hora, la pequeña Camila Ixchel decidió acompañarnos... Otra nota: ahora se agregó Sofía Valentina y Austin Manuel. ¡Los amamos, campeones!

sábado, 28 de mayo de 2011

Juguetes


A Luisito no le corre ninguna prisa por abrir el rompecabezas de mil partes que le compraron. Quería un carro de control remoto, pero eso de sacar buenas calificaciones, portarse bien y ayudar a mamá en los quehaceres de la casa, definitivamente, no es lo suyo.

―¡Promesas son promesas, hijo! ―recuerda papá.

―Deberías de tomar ejemplo de tu hermanito ―reconviene mamá.

Luis no responde, rasga la envoltura de la caja y sonríe; ni siquiera está molesto. Se siente afortunado de tener a un gemelo al que todos quieren y compran lo que pide. Sabe que con un poquitín de "ayuda", Camano es muy compartido.

Imagen tomada de la red.

2 comentarios:

Rosio dijo...

Jaajaa pues si...

josé manuel ortiz soto dijo...

Así son los niños, Rosio, ni hablar.

Un abrazo.

El pingüino rojo en el mundo