Para mi sobrino Fabrizzio, en su cumpleaños.
Papá es un gran mago y yo me siento orgulloso. Cada que se alista para la función lo observo detenidamente, pues cuando sea grande quiero ser como él.
Así he aprendido varios trucos.
Hoy daré mi primera función de magia. Tomé prestada la chistera de papá y la traje a la escuela. La maestra Yola aceptó conceder tiempo de su clase para la representación.
―Con ustedes, el niño de la magia, el Gran Fabrizzio ―anunció.
Un fuerte aplauso siguió a sus palabras.
―Necesito una mano que me ayude ―invité.
Todos se miraban entre sí, pero nadie se levantó.
―Aquí está la mía ―dijo la maestra Yola.
Pedí a mi ayudante que me pasara la chistera, soplé en ella tres veces y dije en silencio las palabras mágicas que había escuchado a papá. Entonces me puse el sombrero y todo se oscureció: había desaparecido el salón.
Imagen tomada de la red.
4 comentarios:
Una ternura tu mini José Manuel.
Entonces tienes más de un blog, porque yo te tenía en el mio con "Cuervos para tus ojos".
Cariños.
Lucía
Elise, tengo varios blogs:
http://angelesdebarro.blogspot.com
http://1antologiademinificcion.blogspot.com/
http://medicosmexicanosporlacultura.blogspot.com/ y http://cuervosparatusojos.blogspot.com/
Gracias por tu visita.
gracias tio!! dice fabri q si quiere ir a su salon y hacer magia jaja, ya le dio ideas!!!!
Estimado escritor, gracias por el fantástico acto de magia!
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