I
Maca tiene un taller especializado
en reparar mentiras. Cuando a un mentiroso se le descompone su mentira
favorita, la lleva donde Maca.
—A ver,
deja que le eche un ojo… —dice Maca, revisándola con cuidado.
A veces,
la mentira solo necesita mantenimiento; otras, ya está vieja y gastada e,
irremediablemente, debe ser sustituida por una nueva mentira.
Desde
luego, el mentiroso se resiste a creer que aquello sea verdad; cree que Maca trata de engañarlo.
Al
final se convence y sale del lugar feliz con su mentira de mentiras.
Federico Sequeiro: Hombre y reloj.