Cuando nació, su
madre le dijo:
¾El
mar, los ríos, el agua de la lluvia… son muy hermosos, pero debes evitarlos. Si
te mojas, te deshaces.
El
muñeco abrió sus enormes ojos anaranjados, llenos de espanto.
Un día camina por la
calle y ve tirado un pedazo de cielo, lo pisa y el pie desaparece.
Olvidó ponerse sus
botas impermeables.
Imagen tomada de la red.
2 comentarios:
Pobre muñeco, hay olvidos imperdonables, y este es uno de ellos, cuando olvidamos quiénes somos y de lo que estamos hechos, lo más normal es que acabemos doloridos y perdido.
Besitos desde mi mar,
Yashira, sí hay olvidos imperdonables. Y creo que como humanos lo hemos olvidado.
Un abrazo.
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